Cuando se trata de estética, los procedimientos que se convierten en tendencias y son más populares entre los famosos y celebridades, suelen servir como un referente para decidirnos a probar. Este es el caso del HIFU, uno de los tratamientos estéticos más populares hoy día, dada su eficacia para combatir el envejecimiento.
Su nombre deriva de sus siglas en inglés, que traducen Ultrasonido Focalizado de Alta Intensidad, y es el verdadero secreto de algunas famosas, como las Kardashian, quienes no han dudado en aplicarse este revolucionario tratamiento estético facial, el cual consigue resultados de un microlifting facial sin cirugía, logrando rejuvenecer sus rostros de forma eficaz y con resultado natural. ¿Cómo se hace y en qué consiste?
¡Sigue leyendo, que os contamos todo lo que debes saber sobre la tecnología HIFU!
HIFU: ¿En qué consiste?
El HIFU es un tratamiento que consiste en la aplicación de un haz de ultrasonido de alta frecuencia y alta energía en la piel, con el cual se consigue remodelar el tejido, mediante un proceso de ablación térmica. Durante el mismo, los tejidos colindantes no quedan afectados, pues es una técnica no invasiva, con múltiples ventajas en el rejuvenecimiento de la piel.
Aunque, originalmente se trató de un procedimiento pensado para tratar la adiposidad localizada, hoy día se emplea como una tecnología dedicada a combatir la flacidez facial, ya que logra tensar la piel y reducir arrugas y líneas de expresión; consiguiendo resultados impresionantes en el rejuvenecimiento facial.
Se aplica mediante un aparato que emite energía ultrasónica, sin causar daño alguno a los tejidos, el cual aumenta la temperatura de la zona tratada y localiza el calor a unos 4.5 mm de la epidermis, consiguiendo miles de puntos de coagulación muy precisos a diferentes profundidades.
Su principal acción es producir una retracción de la piel y una regeneración celular de la zona tratada, incentivando la producción del colágeno para un efecto tensor. Además, gracias a sus ultrasonidos focalizados de alta intensidad, el HIFU permite elevar las cejas, redefinir el óvalo facial, lo que mejora el aspecto envejecido del cuello y escote al tensar la piel sin cirugía.
Otros usos del HIFU
Además de sus ventajas antiedad en el rostro, el HIFU tiene otros usos y objetivos. Gracias a sus ventajas, trabaja sobre la piel liberando calor y con una presión controlada, de manera que las células adiposas no tienen capacidad de resistir las vibraciones a esta temperatura y, por tanto, destruye el tejido graso subcutáneo.
En este sentido, consigue efectos reductores en la zona donde se aplica desde la primera sesión, minimizando también la celulitis, la piel de naranja y reduciendo significativamente el contorno corporal. Puede aplicarse en distintas zonas del cuerpo como piernas, abdomen, cartucheras, flancos y brazos, entre otros.
Sin embargo, hay que destacar que para un resultado eficaz y duradero del HIFU, es importante que el paciente siga algunas pautas indicadas por el profesional, como cuidar la alimentación, realizar una actividad física y beber abundante agua, principalmente. En algunos casos, además, suele ser combinado con otros procedimientos, como masajes de drenaje, radiofrecuencias, carboxiterapia o mesoterapia, el cual ayuda a conseguir los objetivos propuestos en menor tiempo.
¿Quiénes son candidatos al HIFU?
Los candidatos a la tecnología HIFU son aquellas personas que presentan una pérdida de la elasticidad de la piel, así como una flacidez leve o moderada y arrugas en las mejillas, región mandibular, cuello y ceja caída.
En tales casos, desde la primera sesión HIFU se consigue un buen resultado, ya que el ultrasonido focalizado de alta intensidad emite una línea de unos 20 puntos de coagulación térmica a diferentes y especificas profundidades de 1.5mm, 3.0mm y 4.5mm, alcanzando temperaturas de 65 a 70ºC; una condición que no se consigue con otros tratamientos y de ahí sus excelentes resultados.
Por otro lado, los resultados obtenidos con la tecnología HIFU en Valdemoro, comienzan a ser notorios, a partir de la cuarta semana; teniendo en cuenta que la producción de colágeno se produce progresivamente. No obstante, el resultado final podrá ser visible a partir del tercer mes.
Entre las grandes ventajas del HIFU, destaca que se trata de un procedimiento indoloro, el cual involucra molestias muy pequeñas, que no implica reposo y se puede volver a su vida normal inmediatamente después del tratamiento. Además, es una técnica no invasiva, que no puede dañar los tejidos adyacentes a la zona tratada, que reduce eficazmente las líneas de expresión y destruye la grasa de forma permanente; procedimiento que se puede usar en cualquier tipo de piel y durante todo el año.
En la mayoría de los pacientes, con tan solo dos o tres sesiones de HIFU (cada una de 45 a 120 minutos, dependiendo de la zona a tratar), se podrán conseguir los efectos deseados. Por último, aun cuando no tiene muchas contraindicaciones, esta tecnología no puede aplicarse en zonas con heridas abiertas, lesiones o acné severo; tampoco en pacientes con marcapasos, con implantes o rellenos en la zona a tratar, mujeres embarazadas o en periodo de lactancia, con enfermedades cutáneas o con enfermedades autoinmunes, diabetes o epilepsia, entre otros.
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